22 oct 2000

Apuesta amarilla de futuro

Poder compartir unos días o, simplemente unas horas, con jugadores de primera talla nacional e incluso internacional está al alcance de muy pocos.

Ahora, cuando el futuro empieza a convertirse en realidad, estos canteranos de la Unión Deportiva tienen que dar el último paso con firmeza si quieren meterse de lleno dentro del mundo profesional.

Para algunos nos puede resultar imposible, para otros, la posibilidad es más viable y hay quienes se han adelantado a las expectativas y han sorteado con éxito la lejana frontera que existe entre la base y el equipo profesional.

Jorge, Angel y Guayre son algunos de ellos, y han tenido la oportunidad de superar su primer test con nota alta.
Jorge Larena-Avellaneda Roig, tiene 19 años y fue el primer jugador de la cantera en pisar el Estadio Insular con el máximo representante.

Jorge es un centrocampista con gran visión de juego y que parece haberse consolidado en la máxima categoría del fútbol español. Según los entendidos, esta joven promesa de la Unión Deportiva no tardará en hacerse notar en los terrenos de juegos y, es que, el centrocampista ya demostró su calidad en Tercera División, donde deslumbraba con diferencia.

El medio amarillo pudo sentir el calor de la afición cuando transcurría el minuto 65, en el encuentro correspondiente a la tercera jornada, ante el Valladolid, cuando se disponía a entrar en el terreno de juego en sustitución de Jaime Molina.

En tan sólo 25 minutos, el jugador se llevó los aplausos de la rigurosa afición amarilla y demostró el desparpajo que lleva dentro, lo que motivó que estrenara titularidad en Mestalla, ante el Valencia, en el que no disfrutó de un buen debut: derrota amarilla por 5-1.

A pesar de ello, volvía al Insular con el 27 en la espalda, volviéndose a llevar la ovación de los aficionados, colaborando notablemente, en la primera victoria de los amarillos en este ansiado regreso a la Primera División.

A raíz de ello, Jorge se ha convertido en un habitual de los entrenamientos de la Unión Deportiva, con el que se encuentra trabajando con ilusión y alegría, confiando en que no se despierte del sueño en el que está metido.

Pero, no sólo era Jorge el que sentía ese temblor y malestar en el cuerpo en aquel inolvidable 24 de septiembre. Sólo había transcurrido cinco minutos de la entrada de Jorge, cuando en la banda se pidió una nueva sustitución por parte del bando amarillo.

Entonces lucía el dorsal número cinco, que indicaba que Paqui debía abandonar el terreno de juego, pero todo el mundo se preguntaba quién era el espigado número 31 que entraba en sustitución del lateral izquierdo.

Pues, era Angel López Ruano, un chaval de apenas 18 años que no sabía lo que le estaba ocurriendo en ese momento hasta que tocó su primera pelota y se llevó los aplausos del respetable.
A raíz de ahí se sintió como uno más y se dedicó a hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol.

A pesar de estar en el inicio, el jugador parte con la ventaja de que tiene grandes maestros, como Orlando o Alex, que han pasado por una situación similar a la del canterano y se han afianzado en el primer equipo.

Pero, lo que presumía ser fruto de un día, lo desmintió el técnico croata, Sergio Kresic, incluyéndolo en el once inicial que saltó al Estadio Insular para enfrentarse al Málaga.

Ese 14 de octubre era un día muy especial para el delantero, ya que iba a lograr cumplir el sueño de todo canterano, que busca estar algún día entre los jugadores que han defendido desde las gradas durante mucho tiempo.

No pudieron irle mejor las cosas, ya que junto a su compañero Jorge, lograban la primera victoria liguera de los amarillos, dejando muestras de la calidad que atesoran en el terreno isleño.

Al margen de estos dos futbolistas se encontraba un introvertido joven que realizaba el calentamiento con la Unión Deportiva. Nadie se podía imaginar lo que iba a pasar cuando el representativo amarillo saltaba al terreno de juego, en el que había inmerso una cara nueva.

El chaval no sabía a dónde mirar, pero cuando comenzaron a nombrar el once inicial de cada equipo, el nerviosismo se hizo dueño del debutante.

"Con el 30, ¡Guayre!", sonó por la megafonía. Los pelos se le pusieron de punta al delantero amarillo cuando los aplausos casi hacen desaparecer la voz procedente de la cabina de prensa.

La joven promesa comenzó el encuentro como uno más del grupo y demostró la calidad que sale de sus botas y el porqué ha sido tan nombrado en la base de la Unión Deportiva.

La joven promesa intentaba hacer lo que podía a escasos metros de Oulare, aquel jugador que tanto vio en los informativos televisivos y que tanta envidia le daba al jugador amarillo. Pero de ilusiones se vive y pudo compartir la punta de ataque con el internacional guineano, al que le demostró detalles de soltura y agilidad.

El delantero espera seguir contando con la confianza de Sergio Kresic. Seguirá compaginando tanto los entrenamientos como los partidos con el filial y el primer equipo, con el fin de poder hacerse un hueco en la Liga de las Estrellas.

Como estos tres afortunados que se han ganado, por medio de trabajo y sacrificio, el aliento de la afición, hay muchos jugadores que esperan su oportunidad.

Los José Antonio, Jhota, Cristian, Valentín... esperan llegar algún día a disfrutar de la experiencia de los que, hasta hace pocos meses, compartían simpatías y trabajo juntos, pero que por el afán e ilusión de algunos, se ha visto roto con la emigración al primer equipo que ha dejado un enorme hueco en las categorías inferiores, pero no tan grande como el que dejarán a los aficionados amarillos que les ven dando patadas a un balón que estaba a una distancia muy lejana.

Paso a paso.- Las personas más allegadas al fútbol amarillo ven a Jorge como la auténtica figura de la cadena de filiales de la Unión Deportiva, después de que perdiera protagonismo Pedro Vega, que tanto dio de hablar y que ahora busca oportunidades en la Península.

Pero el pasado no beneficia a nadie y ahora lo único que se puede pensar es en hacer de este jugador uno de los principales baluartes del esquema de Sergio Kresic, junto al inglés Samways.

Una vez olvidada la figura de Pedro Vega, otro de los delanteros que han destacado notablemente en la División de Honor Juvenil ha sido Guayre, que compartió vestuario con el ya ex-jugador amarillo.

El delantero fue el máximo artillero de su equipo y de la división, hace apenas dos campañas y ahora necesita fortalecer su forma física y su velocidad en el juego para afianzarse con el primer grupo.

Angel ha tenido un paso menos fugaz por la base. Todo quedará por aquello que deslumbran más los goleadores, pero también se dan asistencias, principal cualidad del delantero isleño.

Sea lo que sea, el trío de canteranos ya saben lo que es disputar sus primeros minutos junto a los que hace unos días eran sus referencias, pero lo que realmente importa es que no sea flor de un día y que sigan luciendo lo mejor de sí ante la respetada afición amarilla.

Publicado en Jornada Deportiva el 23 de octubre de 2000