21 mar 2001

Una leyenda viva del deporte nacional

Simplemente impresionante. El historial de Manel Estiarte es prácticamente inalcanzable. Después de 23 años en la élite, el deportista catalán ha sido catalogado como el mejor waterpolista de toda la historia. El ex-jugador del Barceloneta será galardonado mañana [jueves] como el mejor deportista español del Siglo XX por la Asociación de Prensa Deportiva de Tenerife (APDT).

Nacido en Marsella el 26 de octubre de 1961, Manel Estiarte lo ha sido todo en el mundo del waterpolo. Con un palmarés de ensueño, el jugador catalán decidió retirarse la pasada temporada en las filas del Barceloneta y después de pasar 14 años en la liga italiana.

Además, defendió los colores del CN Catalunya y de los representantes italianos Savona y Pescara. Actualmente forma parte del Comité Olímpico Internacional. Es uno de los genios del deporte español. Ha logrado todos los títulos posibles, acumulando más de 500 encuentros internacionales y alcanzando una cifra superior a los 1.500 goles. Estas estadísticas le permiten ser la gran referencia del waterpolo en España y en muchos otros países.

Manel Estiarte ha repetido visita a Tenerife, pero en esta ocasión lo hace para recibir el galardón de la APDT, ya que sus anteriores desplazamientos a la Isla fueron para participar en varias sesiones de preparación con la selección nacional. El jugador catalán mostraba su satisfacción por la invitación e indicó que "cuando me llamaron ofreciéndome este premio le di mucha importancia, aunque me parece un poco exagerado que me vayan a entregar el premio al mejor deportista español del Siglo XX, pero enseguida acepté la propuesta por la repercusión que tiene para este pequeño deporte".

Manel Estiarte tiene un recuerdo grato de la Isla, debido a que ha sido uno de los lugares elegidos para la preparación de dos Mundiales con la selección española y apuntó que "hemos estado trabajando mucho tiempo en Tenerife y estamos muy satisfechos. Preparamos dos Mundiales con la selección española y en uno quedamos campeones y en otro subcampeones, por lo que no podemos pedir más. Además el trato recibido de los medios de comunicación ha sido muy bueno".

El waterpolista ha tenido que pasar por uno de los momentos más difíciles de su carrera al tener que dejar la piscina a los 38 años. Así, dijo que "jugué muchos años en este deporte. A veces echas de menos el grupo y el compañerismo en el vestuario, pero no ha sido ningún trauma. Sabía que con esta edad no podía estar muchos más años en activo y decidí retirarme en España. Después llegó la posibilidad de representar a los waterpolistas en el Comité Olímpico Internacional y esto fue un orgullo para mí. Soy un hombre de deporte y por primera vez en la historia he tenido esta oportunidad que no he querido desaprovechar. Antes era un hombre que luchaba por mi equipo y ahora tengo que luchar para que este deporte esté bien asistido".

El jugador catalán valoró su carrera y señaló que "el deporte lo tomé como si fuera un trabajo, con mucho respeto y responsabilidad. Yo me cuidaba bastante y en los últimos años como waterpolista tuve que seguir un régimen de vida muy particular. Estoy seguro de que si hubiera nacido en otro país, no hubiera llegado adonde llegué y seguramente no me hubiera retirado con 38 años, sino que mucho antes".

Además, Manel Estiarte está muy orgulloso del galardón que va a recibir en el Teatro Guimerá. A la hora de valorarlo dijo que "yo estoy muy agradecido por el esfuerzo de estas personas por ofrecerme este premio. No hago comparaciones porque todos los galardones son importantes y todos son un premio para el waterpolo. La verdad es que todos los premios me los dan a mí, pero he jugado en un deporte de equipo y en el que mis compañeros, si no hubieran sido buenos, no me hubieran permitido recibir este premio. Además, me hace temblar un poco el pensar que me van a galardonar como mejor deportista español del siglo, ya que España es un país muy competitivo en todos los deportes. Además, no es justo que me represente sólo, por lo que este premio es justo para todos los waterpolistas".

El abanderado español en Sydney opinó sobre las instalaciones en las que se practica este deporte en España y apuntó que "yo tuve la suerte de jugar en la mejor liga del mundo y la mayoría de las piscinas eran cubiertas. Me alegro de que aquí haya un proyecto por mejorar las instalaciones porque Tenerife debe ser un ejemplo para el waterpolo español".

Manel Estiarte tiene numerosos recuerdos en su mente y no cabe dudar que "es muy bonito vivir de los recuerdos. Me acuerdo cuando perdimos la final en Barcelona 92 ante Italia, lloró toda la nación, pero la alegría la pudimos ofrecer cuatro años más tarde con la medalla de oro en Atlanta. Nosotros llegamos a los Juegos Olímpicos con la sensación de poder hacer algo importante, pero en los últimos en los que estuve presente estaba un poco presionado porque tenía que disfrutar de algo, que sabía que nunca más iba a repetir".

Sobre la posibilidad de ejercer de entrenador, Manel indicó que "esta opción la descarté porque pasé muchos años viajando y dejando mi familia. Creo que no es justo para ellos estar más años desplazándome y cambiando de ciudades, por lo que fue una decisión que tenía clara. De todas formas, estoy en un cargo en el Comité Olímpico Internacional que me obliga a ello y no quiero estar más alejado de mi mujer y mis dos hijas".

El deportista manresano es consciente de que aún existe mucha diferencia económica en cuanto a la liga italiana y la española e indicó que "yo sólo conozco los presupuestos de la liga italiana y te puedo decir que para formar un equipo que quiere clasificarse entre los seis primeros necesita de 100 a 120 millones de pesetas. Además te estoy hablando de los gastos del primer equipo, en lo que es sueldos, viajes, etc, por lo que si tienes más representantes necesitas un presupuesto más alto".

Sobre el waterpolo a nivel nacional, Estiarte declaró que "en España el waterpolo está muy lejos y ahora se ha separado como una de las ramas de la natación. Esto no creo que sea un problema ni una ventaja porque no apreciamos una diferencia muy grande, pero lo que si tengo claro es que por su relación, el waterpolo necesita a la natación y viceversa".

Este deporte va creciendo cada vez más, pero al margen de la gran potencia que existe a nivel nacional --Cataluña--, el resto de Comunidades Autónomas precisan de mayor atención, con el fin de que les permita formar jugadores, jugadores que en cualquier caso siempre tendrán como referencia la figura de Manel Estiarte, el mejor ejemplo donde mirarse.