14 sept 2007

El precio de la lejanía

Enrique Cruz es la gran promesa del automovilismo canario. Con 21 años pulveriza registros y ya es bicampeón regional de montaña. Su horizonte huele a éxito, pero teme que, a dos mil kilómetros de la Península, el talento no sea suficiente

Enrique Cruz es un piloto tinerfeño con talento, ilusión, desparpajo… argumentos que pueden no ser suficientes para alcanzar el éxito. A veces, la tierra a la que uno pertenece se convierte en el peor enemigo, en un obstáculo difícil de superar. Eso sí, cuando sale del Archipiélago, también brilla: primero en la clasificación de barquetillas (y 36 absoluto entre 229 participantes) en la Subida a Mont-Doré Chambon-sur-Lac, en Francia, valedera para el Campeonato de Europa e Montaña. Con 21 años, Enrique ha revalidado el galardón de campeón de Canarias en la especialidad de Montaña y ya cuenta con dos títulos en su palmarés. Hace 13 años se le vio por primera vez subido en un kart, en esa montura en la que también creció el bicampeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso.

Sus inicios, como todos, fueron complicados. Pero el talento se impuso a las dificultades. Triunfó en cada uno de los kartódromos por los que pasó y, entre carrera y carrera, en 1999 enseñó al cielo el título de campeón de España de categoría júnior: “Es el galardón más importante que tengo”. Pero la falta de ayudas le obligó a cambiar la estrategia: se encaminó hacia la especialidad de montaña. Ocurre cuando el talento no es suficiente para encontrar oportunidades de competir. “Nos vimos obligados a cambiar el kart por la barqueta por falta de presupuesto”, argumenta. Ahora, tras dos años de experiencia con su montura, el piloto tinerfeño asegura estar “contento”, aunque su ilusión es “tener un proyecto para competir en asfalto”.

Lo que sí tiene claro el deportista lagunero es que no quiere “pasar a los rallies para estar peor que en Montaña. Intentaré encontrar un proyecto que me dé opciones de luchar por un campeonato”. Y es que, pese a los títulos, la especialidad de Montaña le podría frenar su progresión. Así, esta temporada se proclamó campeón regional cuando sólo se habían disputado seis pruebas de la especialidad, teniendo más de la mitad por delante. Pese a todo, está “muy satisfecho” de lo conseguido. Y echando la vista atrás, recalca que “los karts son la base para cualquier piloto y yo he tenido la ventaja de formarme en ellos, pero sin apoyo”. Y destaca que su situación no es única: “En Canarias es muy complicado llegar. Hay grandes pilotos, con muchas cualidades, pero pagamos la insularidad. Cuesta muchísimo llegar a la Península y, por eso, la mayoría no sale de las islas”.

Incluso, Cruz analiza las peculiaridades del automovilismo y extiende su queja más allá de la falta de apoyo: “Existen otros deportes, como el atletismo, en los que si logras la marca mínima acudes directamente al Campeonato de España. En el automovilismo es muy distinto. O tienes un buen patrocinador… o no triunfas. Y es una pena porque realmente no llega quien trabaja, sino el que tiene más dinero”, explica. Por ello, el piloto lagunero no quiere hacer cábalas. “Intentaremos destacar con lo que tenemos. Estoy orgulloso de que me hayan dado la oportunidad de pilotar la barqueta (BRC 1000), ya que este deporte se basa en esperar oportunidades e intentar aprovecharlas”.

Publicado en la revista El Gráfico, en septiembre de 2007

16 jul 2007

La Palma, cuna de ASES

Lo más común en el mundo del deporte es que los representantes de las principales ciudades de cualquier Comunidad sean los que triunfen en el panorama nacional e internacional. Esta máxima, sin embargo, no siempre se cumple, y si no que se lo digan al deporte palmero, que en el primer fin de semana del mes de julio consiguió hacerse con dos campeonatos de España en ajedrez y atletismo. Johanna Capote y Jesús Crossa fueron los artífices de este sonoro éxito para el Archipiélago, lo que viene a confirmar el buen trabajo que se está haciendo con la base en la "Isla Bonita" a lo largo de los últimos años.

Crossa, oro en jabalina. El pasado 7 de julio, en Castellón, se disputaba el 54 Campeonato de España Júnior de atletismo, con la participación del palmero Jesús Crossa. Los pronósticos de medalla eran anunciados desde hace varias semanas para el atleta del Trecus CajaCanarias, al tener la tercera mejor marca española en la categoría (56,20 metros), si bien no era segura dada la rivalidad existente. El pupilo de Pepe Ortega, nacido de la Promoción Deportiva del Excmo. Cabildo Insular de La Palma, rompió los pronósticos y se colgó la medalla de oro tras realizar un lanzamiento espectacular de 59,20 metros.

"El momento en el que vi que había ganado resultó muy emotivo. Mis amigos de las Islas gritaron ¡Crossa campeón! No me lo podía creer". El deportista canario llegaba a tierras castellonenses con poco más de 56 metros como mejor marca, pero en el concurso mejoró este registro en más de tres metros. "Creo que todo pasó por las ganas que tenía de competir. No aguantaba más. De hecho, durante el viaje me costó bastante dormir. Pensaba tirar el primero sobre los 53 metros para asegurar, y pasar así a la mejora, pero la energía acumulada me ayudó a lanzar con mucha fuerza", explicaba Jesús.

Un atleta en proyección. Crossa completó un campeonato de España inmaculado, pues cuatro de sus seis lanzamientos le habrían asegurado medalla (59.50, 56.22, 55.05 y 57.09 metros). Este éxito, pese a todo, no viene llovido del cielo, ya que Jesús ha tenido que trabajar muy duro para llegar hasta aquí. "Empecé hace siete años, gracias a un Campus de atletismo que se organizó en La Palma. Me gustó la experiencia, y aunque comencé haciendo cross, acabé en la disciplina de jabalina, donde he conseguido dos campeonatos de Canarias y dos subcampeonatos, además de un bronce en un Nacional".

La familia y su técnico, además, han jugado un papel importante de forma directa e indirecta para que este oriundo de Santa Cruz lograra tan sonados éxitos. "Mi abuelo ya practicó el atletismo durante la mili, y pienso que lo mío es algo genético. Tanto él como el resto de mi familia se han sentido muy orgullosos y contentos por esta medalla. Debo agradecerles tanto a ellos como a mi entrenador, al Trecus, a la selección canaria y a CajaCanarias todo su apoyo". El joven isleño hablaba, a continuación, sobre sus planes de futuro. "Hay un encuentro internacional con la selección española en Florencia, al que espero acudir, y luego un Campeonato de Europa, en el que la marca mínima se sitúa en los 65 metros, registro que confío en conseguir con mucho entrenamiento", analizando, por último, los éxitos cosechados por otros campeones palmeros, como Johanna Capote o su compañero de entrenamientos, Diego Gómez. "Todos los logros del deporte palmero son de destacar. Tienen mucho mérito y les felicito por ellos".

Capote, una campeona precoz. Jhoanna Capote Robayna, se proclamaba el pasado 6 de julio campeona de España Sub 10 de ajedrez en Linares (Jaén), en el Nacional que se empezó a disputar desde el 1 de julio. "Estoy muy contenta por este éxito, del que le debo mucho a mis entrenadores, en especial a mi profesor Gustavo de la Cruz, y a mi familia". La jovencísima palmera, pese a todo, reconoce que "fue un campeonato bastante complicado, nueve partidas muy duras, con una hora y media para jugar.

Cada vez que pasábamos de ronda se hacía más duro, porque nos tocaban rivales más fuertes. Si ganabas tenías a niños más fuertes y si perdías, bajabas mesa y no era tan complicado. No obstante, todas las partidas resultaban difíciles, e incluso llegué a perder dos de ellas".

Cuestionada por si su objetivo inicial era el título, Johanna aseguraba que "llegué a Linares con la intención de quedar entre las seis primeras, y lo cierto es que no me esperaba lograr el campeonato de España". La joven isleña, que comenzó jugando en el colegio Gabriel Duque Acosta de la mano de Francisco Martín, pasó después al Club CajaCanarias, donde lleva tres años y con el que espera seguir acumulando éxitos. "Estamos trabajando bien, con buenos entrenadores y notables jugadores dentro del grupo".
Publicado en el periódico El Día, el 16 de julio de 2007